Las instalaciones de Hijolusa recibieron la visita de los estudiantes de 3º Curso del Grado de Ingeniería Agraria de la Universidad de León (ULE), una actividad formativa que permitió a los futuros profesionales del sector agroalimentario conocer de cerca el funcionamiento real de una planta líder en el procesado, selección y distribución de patata en España.
La jornada estuvo guiada por el profesor Pedro Antonio Casquero Luego, especialista en producción vegetal y por Ana Isabel García Pérez, profesora de Ingeniería Química, quienes acompañaron al grupo durante todo el recorrido. Por parte de la compañía, la visita fue conducida por Victor M. López, Responsable de Sistemas de Gestión, encargado de explicar en detalle los procedimientos, controles y criterios técnicos que garantizan la excelencia del producto final.
En la visita se recordó a los estudiantes que todo proceso comienza mucho antes de que la patata llegue a la fábrica. La colaboración con agricultores especializados, la planificación de campañas y el seguimiento del cultivo son elementos esenciales.
Los alumnos pudieron conocer el modelo de Hijolusa basado en:
Desde Hijolusa se subrayó que “la calidad final de la patata depende en gran medida de cómo se cultiva en el campo. Nuestro trabajo comienza junto al agricultor”.
Ya en las instalaciones, los alumnos pudieron observar las fases iniciales de manipulación de la materia prima. Cada lote que llega a Hijolusa pasa por controles estrictos de calidad.
Uno de los momentos más llamativos para los estudiantes fue la observación de la maquinaria automatizada que lava, clasifica, cepilla y calibra la patata.
Hijolusa explicó cómo combina sistemas de visión artificial, avanzadas líneas de procesado y personal especializado para garantizar:
Los estudiantes destacaron la integración entre la tecnología industrial y la intervención humana: “La precisión de las máquinas requiere la vigilancia constante de los operarios; la calidad es un trabajo conjunto”, señaló Victor M. López.
Durante la visita, se puso especial énfasis en la dimensión analítica del proceso.
Los alumnos pudieron ver cómo la calidad se evalúa de forma continua, desde la recepción hasta el envasado final.
La última fase del recorrido se centró en el envasado, donde los estudiantes observaron los distintos formatos que Hijolusa ofrece —productos tradicionales, líneas especiales, y patatas seleccionadas para usos concretos.
Cada envase incluye información completa de trazabilidad y recomendaciones de conservación, aspectos clave para asegurar que el consumidor final reciba un producto seguro, fresco y con todas sus propiedades.
Para los alumnos de Ingeniería Agraria, la visita representó un acercamiento real al tipo de organizaciones donde podrán desarrollar su carrera profesional. La jornada permitió comprender la complejidad del sector de la patata, así como la importancia de aplicar criterios científicos y técnicos en cada etapa.
El profesor Pedro Antonio Casquero Luego expresó su satisfacción por la experiencia: “Este tipo de actividades son esenciales. Los estudiantes ven cómo la teoría cobra forma en un entorno industrial moderno y exigente. Hijolusa es un excelente ejemplo de profesionalización del sector agroalimentario”.
Hijolusa reiteró su disposición a colaborar con centros educativos y universidades para seguir fomentando el conocimiento y la innovación en el sector. La compañía considera que apoyar la formación es también una forma de fortalecer el futuro del campo, desde donde nace la calidad de todos sus productos.
La visita concluyó con un intercambio final de preguntas y reflexiones, poniendo de relieve una idea fundamental: el valor de la patata no se entiende sin reconocer el trabajo que empieza en la tierra y continúa en cada proceso hasta llegar al consumidor.
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