La berenjena es una hortaliza de la familia de las solanáceas, con una piel suave y brillante que varía del morado oscuro al blanco, según la variedad. Su pulpa es esponjosa y su sabor suave, ideal para una alimentación equilibrada. Está compuesta por un 92% de agua, es baja en calorías y rica en fibra, antioxidantes y vitaminas B. Puede cocinarse de diversas formas como asada, a la parrilla o en guisos, siendo muy versátil para cualquier comida del día. Se conserva a temperatura ambiente de 6 a 15 días, o en refrigeración hasta 15 días.
Ingredientes:
2 berenjenas grandes
100 g de albahaca fresca
50 g de piñones o nueces
50 g de queso parmesano rallado
1 diente de ajo
100 ml de aceite de oliva virgen extra
200 g de queso ricotta (opcional)
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Lava las berenjenas y córtalas en láminas finas a lo largo. Usa una mandolina o un cuchillo afilado para que queden parejas. En una sartén con un poco de aceite de oliva, cocina las láminas de berenjena a fuego medio durante 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén tiernas y doradas. También puedes hornearlas a 200°C durante 10-15 minutos. En un procesador de alimentos, coloca la albahaca, el ajo, los piñones, el queso parmesano, sal y pimienta. Tritura y agrega el aceite de oliva poco a poco hasta obtener una salsa cremosa. Toma cada lámina de berenjena y unta una cucharada de pesto. Si lo deseas, añade un poco de queso ricotta para un toque cremoso. Enrolla las láminas con cuidado. Coloca los rollitos en un plato y, si quieres, añade un poco más de pesto por encima. Sirve de inmediato.
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