En esta edición se pretende poner en valor la importancia de la diversidad de frutas y verduras en el sistema alimentario, incluyendo la diversidad genética para una especie de cultivo, hasta la diversidad de especies. El trabajo de Sreenivasulu y Fernie resalta diversas estrategias para lograr la seguridad nutricional futura de 2050, incluyendo 1) aprovechar la diversidad metabólica para explorar la diversidad nutricional y abordar los desafíos de la salud humana y 2) implementar la genética directa e inversa para producir alimentos ricos en polifenoles y metabolitos secundarios. Harris et al. revisan la literatura de los últimos quince años sobre la relación de la biodiversidad de frutas y verduras y la diversidad dietética, a fin de comprender los vínculos entre las personas saludables y un planeta saludable. Mayer et al., indican que la desnutrición en micronutrientes está relacionada con dietas bajas en frutas y verduras, y que las series históricas de composición de alimentos evidencian pérdidas de estos nutrientes, debidas a cambios en las variedades de cultivos y factores agronómicos asociados a la industrialización de la agricultura. Por último, Popović-Djordjević et al., demuestran que la diversidad genética de frutas y verduras tiene mayor influencia en la concentración mineral que las técnicas de cultivo, lo que puede ayudar a la elección de dietas de alta calidad nutricional.
María Dolores Raigón.
Doctora en Ingeniera Agrónoma por la Universidad Politécnica de Valencia.
Miembro del Comité Científico de la Asociación 5 al día en representación de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica.
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