Las hortalizas son alimentos de alta densidad de nutrientes, de una amplia variedad de sustancias químicas que revierten en su impacto sobre la salud, reduciendo el riesgo de enfermedades no trasmisibles como las cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o algunos tipos de cáncer.
En este trabajo, los autores examinaron el contenido de los nutrientes principales y otros presentes en menor cantidad, en hortalizas y tubérculos seleccionadas de cultivo ecológico y convencional, en concreto, la col, colinabo, coles de Bruselas, remolacha, zanahoria, patata y cebolla. El análisis detectó un mayor contenido mineral en los orgánicos, pero mayor cantidad de elementos traza en los de cultivo convencional. Las diferencias en las concentraciones de los elementos estudiados entre las mismas especies vegetales producidas en dos sistemas agrícolas fueron significativas, excepto para la remolacha. Si embargo, cuando los resultados se realizaron por conglomerados, se puso de relieve que el origen botánico, es decir, las variedades de hortalizas, tuvo mayor influencia en la concentración mineral que las propias técnicas de cultivo y práctica agronómica. Adicionalmente, el estudio concluye que en todos las hortalizas tenían un alto valor nutritivo en cuanto a su contenido en nutrientes y elementos traza.
En resumen, la diversidad genética de frutas y verduras tiene mayor influencia en la concentración mineral que las técnicas de cultivo, lo que puede ayudar a la elección de dietas de alta calidad nutricional.
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