En Estados Unidos, al igual que en España, la población infantil no alcanza las recomendaciones de consumo diario de frutas y hortalizas, mientras que su dieta contiene un elevado aporte de grasas saturadas, azúcares libres y sal. La amplia disponibilidad de alimentos envasados ultraprocesados y de baja calidad nutricional, es una barrera para mejorar la alimentación de la población en los países desarrollados económicamente. En este artículo, los investigadores exploran el efecto del envasado de 4 frutas (mango, fresa, manzana y plátano) y 4 hortalizas (guisantes, zanahoria, boniato y col rizada), y la percepción de 30 escolares sobre sus propiedades sensoriales y saludables, y su predisposición a consumirlas. El trabajo de investigación examinó la percepción de los niños cuando las frutas y hortalizas se presentaban de formas diferentes: no envasadas y cortadas listas para comer, en envases sencillos donde se veía el alimento, envases que no permitían ver el alimento pero que incluían imágenes reales y declaraciones de salud o en envases divertidos con imágenes animadas y reales del alimento, pero sin declaraciones de salud. El experimento consistió en pedir a los participantes que calificaran de 1 a 5 las propiedades saludables, el sabor y su disposición a probar las 64 imágenes en total de frutas y hortalizas que se mostraron a los escolares a lo largo de la sesión de trabajo. Los niños fueron más influenciados por el aspecto de los envases y clasificaron con mayor puntuación los que contenían imágenes y declaraciones de salud, y los divertidos saludables, frente a los envases sencillos o a las frutas y hortalizas sin envasar. Los autores concluyen que los resultados están alineados con otros estudios similares que buscan el modo de promover un mayor consumo de frutas y hortalizas entre la población infantil, y terminan apuntando a nuevas investigaciones que exploren si se obtendrían las mismas tendencias al comparar las frutas y verduras envasadas con otros aperitivos y otros alimentos envasados.
