Aunque pelar la fruta pueda eliminar algunas sustancias, esa perdida es insignificante si se compara con los nutrientes que aporta la pulpa. Si la piel es una barrera para consumir fruta, lo mejor es pelarla… si te gusta la fruta con piel, solo tienes que lavarla bien previamente… cualquiera de las opciones es similar, desde el punto de vista nutricional.