Educación alimentaria nutricional en personas mayores
En España está aumentando el porcentaje de personas mayores, con un incremento sustancial de los mayores de 80 años. Este hecho esta creando nuevas necesidades de asistencia a nuestros mayores, tanto en los que viven solos (vida libre) como en los que están en residencias (institucionalizados). En cualquier caso, es necesario que la sociedad se conciencie de que esta mayor esperanza de vida debe ir acompañada de una mejor salud y calidad de vida.
Actualmente existen residencias como alternativa al domicilio familiar, así como centros de día donde las personas mayores pueden efectuar la comida central del día, y servicios de comida a domicilio para personas con problemas de movilidad. En la mayoría de los casos el servicio de alimentación corre a cargo de empresas de restauración colectiva, que conjuntamente con el personal cuidador, debe incidir en la educación nutricional del anciano y en la correcta configuración del menú, de modo que asegure la cobertura de las necesidades específicas de este grupo de población, especialmente en aquellos con un alto grado de dependencia, en cuyos caso debería recurrirse a otros tipos de nutrición especial.
Aunque en esta etapa de la vida la educación alimentaria-nutricional puede ser una tarea especialmente difícil (ya que se trata de personas con unos hábitos alimentarios muy arraigados y, por lo tanto, difíciles de cambiar), se puede, y de hecho, se debe llevar a cabo. Ahora bien, en este proceso será necesario contar con la colaboración tanto de cuidadores y responsables de la restauración colectiva como de profesionales sanitarios, y siempre habrá que tener en cuenta la pérdida de capacidades fisiológicas que tiene lugar con la edad, y, en el caso de personas de vida libre (propio domicilio), factores adicionales como la situación socioeconómica, capacidad de desarrollar las tareas de compra, cocinado, etc.
Actualmente existen residencias como alternativa al domicilio familiar, así como centros de día donde las personas mayores pueden efectuar la comida central del día, y servicios de comida a domicilio para personas con problemas de movilidad. En la mayoría de los casos el servicio de alimentación corre a cargo de empresas de restauración colectiva, que conjuntamente con el personal cuidador, debe incidir en la educación nutricional del anciano y en la correcta configuración del menú, de modo que asegure la cobertura de las necesidades específicas de este grupo de población, especialmente en aquellos con un alto grado de dependencia, en cuyos caso debería recurrirse a otros tipos de nutrición especial.
Aunque en esta etapa de la vida la educación alimentaria-nutricional puede ser una tarea especialmente difícil (ya que se trata de personas con unos hábitos alimentarios muy arraigados y, por lo tanto, difíciles de cambiar), se puede, y de hecho, se debe llevar a cabo. Ahora bien, en este proceso será necesario contar con la colaboración tanto de cuidadores y responsables de la restauración colectiva como de profesionales sanitarios, y siempre habrá que tener en cuenta la pérdida de capacidades fisiológicas que tiene lugar con la edad, y, en el caso de personas de vida libre (propio domicilio), factores adicionales como la situación socioeconómica, capacidad de desarrollar las tareas de compra, cocinado, etc.
Consejos para mejorar el estado nutritivo de las personas mayores
En general, existen una serie de pautas, que ayudarán a mejorar el estado nutricional de nuestros mayores:
- Promover el consumo de una dieta equilibrada, siguiendo las pautas marcadas en las guías alimentarias para personas mayores
- Practicar actividad física de forma habitual: la práctica de actividad física (andar, pasear, arreglar el jardín, subir escalera, etc.) aumenta el gasto y mejora el consumo de alimentos, además de retrasar el proceso de envejecimiento. Si el estado fisiologico lo permite, es recomendable practicar algún ejercicio físico como natación, senderismo, etc.
- Asegurar una ingesta adecuada de líquidos (al menos 2 litros diarios)
- Intentar mantener un peso estable evitando, de no existir patologías que lo justifiquen, las dietas restrictivas
- Los paseos y la exposición de la piel a la luz solar mejoran la situación nutricional en vitamina D
- El mantenimiento de la salud bucal evita problemas de masticación y deglución
- Evitar la soledad y el aislamiento social
En general, existen una serie de pautas, que ayudarán a mejorar el estado nutricional de nuestros mayores:
- Promover el consumo de una dieta equilibrada, siguiendo las pautas marcadas en las guías alimentarias para personas mayores
- Practicar actividad física de forma habitual: la práctica de actividad física (andar, pasear, arreglar el jardín, subir escalera, etc.) aumenta el gasto y mejora el consumo de alimentos, además de retrasar el proceso de envejecimiento. Si el estado fisiologico lo permite, es recomendable practicar algún ejercicio físico como natación, senderismo, etc.
- Asegurar una ingesta adecuada de líquidos (al menos 2 litros diarios)
- Intentar mantener un peso estable evitando, de no existir patologías que lo justifiquen, las dietas restrictivas
- Los paseos y la exposición de la piel a la luz solar mejoran la situación nutricional en vitamina D
- El mantenimiento de la salud bucal evita problemas de masticación y deglución
- Evitar la soledad y el aislamiento social
Recomendaciones para la elaboración de menús de personas mayores
A la hora de elaborar un menú para personas de edad, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos:
- Conocer los hábitos alimentarios del grupo y acordar con ellos los menús que mejor se adapten a sus características y preferencias, siendo receptivos y tolerantes con sus gustos y demandas en la manera de lo posible
- Estimular la aceptación del régimen de comidas que se les ofrece y los problemas de salud que lo motivan
- Ofrecer el número de comidas (3 a 5 comidas al día) y el tamaño de las raciones, de acuerdo con sus necesidades (siguiendo las pautas marcadas en las guías alimentarias)
- Procurar que la comida sea apetitosa, de fácil consumo y digestión, a base de alimentos de calidad
- Los centros de día deben ofertar los platos más complejos, ya que el anciano en su casa come preparaciones sencillas y así se evitará la monotonía en la dieta
- Incluir en la dieta frutas, hortalizas y pescados para asegurar el aporte vitaminas, minerales, fibra y ácidos grasos omega-3
A la hora de elaborar un menú para personas de edad, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos:
- Conocer los hábitos alimentarios del grupo y acordar con ellos los menús que mejor se adapten a sus características y preferencias, siendo receptivos y tolerantes con sus gustos y demandas en la manera de lo posible
- Estimular la aceptación del régimen de comidas que se les ofrece y los problemas de salud que lo motivan
- Ofrecer el número de comidas (3 a 5 comidas al día) y el tamaño de las raciones, de acuerdo con sus necesidades (siguiendo las pautas marcadas en las guías alimentarias)
- Procurar que la comida sea apetitosa, de fácil consumo y digestión, a base de alimentos de calidad
- Los centros de día deben ofertar los platos más complejos, ya que el anciano en su casa come preparaciones sencillas y así se evitará la monotonía en la dieta
- Incluir en la dieta frutas, hortalizas y pescados para asegurar el aporte vitaminas, minerales, fibra y ácidos grasos omega-3